martes, 1 de mayo de 2012

Historia personal...


Dicen mis padres y el calendario que nací un 8 de marzo del convulso 68 mexicano, aunque mi acta de nacimiento señale que fueron veinticuatro horas después.
  Como mi padre se obsesionó  por tener un hijo varón, fui parte del sexto intento, dejando a su paso un sólido matriarcado de seis mujeres en la familia. Viví en la periferia de la Ciudad de México, en un tiempo apacible y sin miedos. Mi niñez fue muy libre, de andar todo el día jugando en la calle como  “pata de perro”.

     Mi primer encuentro con el periodismo se dio de forma lúdica y a manera de juego en tercer año de primaria. Con un par de amigos, doblamos y cortamos un par de hojas de cuaderno que después tomó forma de mini periódico.  Recuerdo que en él, contrarrestábamos la burla de los demás compañeros de clase.
Todavía poco antes de elegir una carrera universitaria en la UNAM, no sabía que hacer con mi vida académica, así que la elección para estudiar periodismo fue un tanto intuitiva.

 Durante la carrera no sabía realmente lo que era  el fotoperiodismo, sin embargo la cámara fue mi enlace con la agitada realidad política de entonces. Descubrí en la fotografía  un lenguaje alternativo que comunica con eficacia, pero sobre todo que opina y compromete socialmente al emisor del mensaje visual.
Desde entonces, no me veo haciendo otra cosa en la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario